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En los siguientes párrafos usted podrá informarse de manera general en lo que creemos como Iglesia. Ante todo, nosotros creemos en la Biblia y enseñamos que es la verdad perfecta inspirada por Dios. Cada una
de las creencias y enseñanzas de la Iglesia Bautista Bíblica de Long Beach se deriva directamente
de la Palabra de Dios. 
La Biblia
 
Creemos que la Biblia es la Palabra de Dios revelada, y que es completa y verbalmente inspirada por Dios. Creemos que la Escritura es la inerrante e infalible Palabra de Dios, y se encuentra así en sus 66 libros desde Génesis hasta Apocalipsis. Creemos que Dios no solamente inspiró cada palabra, sino que también la preservó a través de los tiempos. Creemos que la Versión Reina Valera 1960 es la Palabra de Dios preservada para el pueblo Hispano-Parlante (Salmos 12:6-7; II Timoteo 3:15-17; I Pedro 1:23-25; II Pedro 1:19-21).
Dios
 
Creemos en un sólo Dios, el cual es eterno, auto-existente, infinito e inmutable. Creemos que tiene una naturaleza, una esencia, una sustancia y que se ha manifestado al hombre en tres personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (Deuteronomio 6:4; I Timoteo 1:17; Santiago 1:17; I Juan 4:4).
 
Los Ultimos Dias
 
Creemos en la interpretación literal de las Escrituras en su contexto gramatical e histórico. Creemos en el Rapto pre-tribulacional de los santos de la iglesia, seguido por los siete años de Tribulación. Creemos en el regreso pre-milenial de Cristo a la tierra y su literal reinado de mil años. Seguido a estos mil años es el juicio del Gran Trono Blanco y entonces el Cielo nuevo y tierra nueva (I Coríntios 15:51-58: I Tesalonicenses 4:13-18; I Tesalonicenses 5:1-9; Apocalipsis 19-22).
El Hijo
 
Creemos que Jesucristo es el único Salvador de la humanidad. Creemos que Jesucristo es eternamente Dios y que posee todos los atributos de la Deidad. Creemos que el Señor Jesucristo nació de una virgen, que Él es Dios encarnado, y que el propósito de la encarnación fue revelar a Dios para redimir al hombre, y para reinar sobre el reino de Dios. Creemos que Jesucristo nunca renunció a ninguno de los atributos de su Deidad, sino que simplemente los guardó. Creemos que vivió una vida perfecta, sin pecado, y que al final de ella la ofreció por la humanidad como un sacrificio sustitutivo por los pecados del hombre. Este sacrificio fue el pago justo a Dios por el perdón por el pecado. Este perdón fue activado por su muerte a través del derramamiento de su sangre en la Cruz y fue aceptado por Dios después de su resurrección. Creemos que Él ascendió al cielo después de su resurrección para estar sentado a la diestra del Padre, esperando por el tiempo para recibir a su iglesia en el Rapto, y regresar después de siete años a la tierra para gobernar y dirigir su Reino por 1,000 años (Salmos 2:7-9; Isaías 7:14; Isaías 9:6; Isaías 43:11; Miqueas 5:2; Mateo 1:25; Lucas 1:26-35; Juan 1:1; Juan 1:3; Juan 14; Juan 18; Juan 29; Romanos 3:19-25; Romanos 5:6-15; Filipenses 2:5-11; I Tesalonicenses 2:5; I Tesalonicenses 3:16; I Tesalonicenses 4:13-18; Tito 2:10-15; Hebreos 7:26; Hebreos 9:24-28; I Pedro 1:19; I Pedro 2:2; I juan 1:3; Apocalipsis 20:1-6).
El Pecado y la Salvación
 
Creemos que todos los hombres nacen con la herencia del pecado natural recibida de parte de nuestro antecesor común Adán. Creemos que debido a esta naturaleza el hombre es un pecador por decisión, y que es totalmente incapaz de reformarse a si mismo o dejar de pecar por su propio poder. Creemos que la única esperanza de salvación para el hombre es un cambio total de mente referente a su condición de pecado e inhabilidad de cambiarla, es volverse a Jesucristo como su único Salvador. Creemos que solamente a través del sacrificio sustitutivo del Jesucristo en la Cruz el hombre puede ser perdonado de sus pecados. Creemos que todos los que rechazan a Jesucristo como su salvador ya están condenados al Lago de Fuego eternamente (Génesis 5:1-5; Hechos 4:19; Hechos 16:31; Romanos 3:10-23; Romanos 5:6-12; Romanos 6:23; Romanos 10:9-10; Efesios 2:8-9; Tito 3:5-6; Apocalipsis 20:11-14).
El Espiritu Santo
 
Creemos que El Espíritu Santo de Dios es una persona que tiene todos los atributos de la Deidad de Dios. Creemos que el Espíritu Santo ha estado siempre presente desde la creación de la raza humana. Sin embargo, creemos que Él ha tenido un ministerio especial que comenzó el día de Pentecostés y que continúa hasta el día del rapto de la iglesia. Su ministerio incluye el proveer convicción del pecado y redargüir hacia una vida de santidad. El Espíritu Santo fue enviado para regenerar, santificar, sellar, y llenar a todos aquellos que han recibido a Cristo como su Salvador y Señor (Juan 3:5-6; Juan 14:16; Hechos 1:5; Hechos 11:15; I Corintios 3:16; I Corintios 6:19-20; I Corintios 12:13).
La Iglesia del Nuevo Testamento
 
Creemos que la iglesia comenzó con el llamado de los doce apóstoles por Jesucristo y que fue empoderada en el día de Pentecostés. Creemos que la iglesia local es la única institución de parte de Dios para hacer su obra en este tiempo. Creemos que la iglesia local está compuesta por miembros que han sido salvos y bautizados de acuerdo a las instrucciones de Cristo, y que voluntariamente se reúnen juntos con el propósito de adorar a Dios, tener comunión con los hermanos, servir y recordar la Cena del Señor. Creemos que todos los creyentes serán llevados en el Rapto, justo antes de la Tribulación (Mateo 16:16-18; Hechos 1:15; Hechos 2:41-43; Hechos 11:15; Hechos 20:28; I Corintios 15;51-58; Efesios 1:12-14; Efesios 5:25-30; I Tesalonicenses 4:13-18; I Timoteo 3:4-15).